Daniel Avila

Daniel Avila

lunes, 28 de diciembre de 2009

Ex nihilo omnia


La filosofía como la conocemos en Occidente es el amor a la sabiduría. Los filósofos antiguos estudiaban mucho las matemáticas, políticas e incluso bellas artes como música, etc. No eran simples filósofos, querían saber de todo para ser bueno en algo. Ese algo era el conocimiento general que rodea al ser humano ya que se les conoce por sus pensamientos y formulas matemáticas y no por composiciones musicales. Se preguntaban, cuestionaban y respondían los grandes conflictos como "la verdad", "la mente", "la moral", etc. Abordaban los problemas con argumentos racionales que eran descritos por la lógica, la cual se encargaba de descubrir las reglas de la razón. (No me pondré ahora a describir o copiar el significado de razón o de lógica, para más información ver en Wikipedia)
¿Acaso nunca te ha pesado que un profesor te dice, cuenta o explica algo y lo ves tan claro que piensas que siempre lo supiste? Siempre estuvo en tu cabeza, solo que no pensaste en ello. Probablemente porque el profesor dijo algo lógico y seguramente tenia razón, no por ello se libera de debate o de desacuerdo. Hay muchas formas de explicar las cosas y todas tienen algo de razón. Yo admiro mucho a los antiguos filósofos y a mi profesor, pero lo que yo busco y lo que quiero lograr es llegar a tener ese razonamiento antes de leerlo o antes que me lo digan. Esta todo en tu cabeza, solo tienes que buscarlo y encontrarlo. La mayoría no se sienta a pensar y espera a leerlo en alguna parte y después copiarlo en algún comentario. ¿Es posible razonar lógicamente sin tener conocimiento alguno? Yo creo que si y Sócrates también lo creía. También influye la cultura, la sociedad, la educación, blablabla, pero hay algo dentro de ti que esta por encima de todo incluso de ti mismo. Quiero poder explicarme las cuestiones que me rodean por mi mismo. Empiezo preguntando algo y le encuentro la respuesta o vivo con la duda, que es mejor que nada.
Todo lo que he escrito ya ustedes lo sabían, no? ¿De donde? No siempre estarán de acuerdo y seguro que tienen otras muchas mejores ideas, pero no la expresan. Tal vez por miedo a quedar en ridículo, o simplemente porque no le ven un significado productivo=una pérdida de tiempo. No lo sé, pero parece ser que tengo la necesidad infinita de perder mi tiempo queriendo transmitir algo a los demás, aunque no me escuchen. Supongo que así es como hemos vivido durante miles de años, transmitiendo nuestro saber a nuestros descendientes.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Et tu, Brute


Fue la frase utilizada por Shakespeare en su obra ¨Julio César¨ también conocida como ¨Tu quoque Brute fili mi¨, según otros historiadores. Estas fueron las ultimas palabras de Gaius Julius Caesar cuando vio que su hijo adoptivo Bruto también participaba en el atentado contra su vida. Este fue el precio que pagó César por perdonar a Bruto, el perdón, antónimo de venganza...
La venganza se asemeja en muchos aspectos a la justicia, se trata de administrar en mismo o más daño del que te hicieron con el fin de que tu agresor sufra lo mismo que tu sufriste. Me acuerdo que cuando era un niño y mi hermano y yo nos peleábamos al final nos dábamos un golpe al mismo tiempo para estar en ¨paz¨, solo así alcanzábamos la justicia. Lo malo es cuando con solo una venganza no se llega a un acuerdo y sigue escalando hasta convertirse en una vendetta sin fin. La venganza siempre ha sido un impulso natural del hombre para conseguir cierta justicia, pero es un sentimiento que nos consume. Aunque nos produce cierto placer al cometerla, una vez vengado la conciencia nos destroza por dentro hasta que te llegues a perdonar. Claro que también podemos perdonar a nuestro agresor desde el principio asumiendo el control de nuestros sentimientos y estar en paz con nosotros mismos, pero nosotros los humanos solemos perder el control muy a seguido y preferimos el placer corto y la tortura prolongada a cambio del la sumisión prolongada. En mi película favorita, ¨Oldboy¨, el tema principal es la venganza pura y dura y hasta donde es capaz de llegar el ser humano con tal de proyectar en otra persona el sufrimiento propio. ¿Venganza, acto de justicia o consumidora de conciencias? ¿Tu que crees? Para mi no es mala ni buena, es parte de nosotros, como todo, lo importante es si lo harás parte de tu vida o no.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Véritas ódium parit

Estamos en constante búsqueda y acercamiento hacia la verdad, pero al mismo tiempo huimos de ella o la ocultamos. Supongo que tiene que ver que solo la queremos cuando nos conviene y si no preferimos mentir o escuchar mentiras. Incluso nos engañamos a nosotros mismos constantemente, ya que la verdad es demasiado dura para soportar. Es una fuerza, una energía que no todos pueden manejar. Hay gente que ni siquiera quiere tener esta responsabilidad. Algunas veces nos supera y desearíamos no haberla averiguado jamás. Primero la anhelamos, cuando la tenemos ya no la queremos y cuando la perdemos deseamos recuperarla, (este síntoma lo experimentamos en varias situaciones de la vida, no solo referente a la verdad). Solo la verdad te hará libre, pero la libertad tiene un precio alto, y este es muchas veces no ser aceptado o engendrar odio en el grupo. Yo soy defensor de la verdad y aun así he mentido, claro que trato de hacerlo lo menos posible. Con mi honestidad me he buscado muchas enemistades, pero no me importa, ya que lo más importante es no ser mi propio enemigo y esto lo lograría mintiéndome a mi mismo. ¿Entonces que buscamos? ¿La vedad, la integración, la aceptación con mentiras? ¿Que pasa cuando hay que mentir para averiguar la verdad? Estas son las preguntas que me pasan constantemente por la cabeza.
En la escuela solíamos describir la verdad como una pirámide, y cada vez nos acercamos mas a ella utilizando la razón y tratar de describir la respuesta desde un punto objetivo. Pero yo creo que la verdad es como el Sol. Esta en el centro y nosotros giramos a su entorno, a veces nos alejamos y otras nos acercamos, pero mínimo una vez al día le damos la sombra fría de nuestra espalda o le ensañamos nuestra iluminada cara con nuestro pecho bien en alto. Cada uno define su propia verdad, cada uno es un pequeño sistema solar en este gran universo que es nuestra tierra. Esta en constante cambio, se desfigura en varias formas como una lámpara de lava, lo es todo y al mismo tiempo no es nada concreto. La mentira te puede llevar muy lejos, lo malo es que una vez descubierta no podrás echarte atrás. Sin embargo la verdad no obedece al tiempo, es infinita en ambas (o todas) direcciones.
Si ustedes comparten esta idea, entonces supongo que vuestro sistema solar no estará muy lejos del mió...
Este escrito se lo dedico a alguien que hace poco me hizo referencia a un video que a continuacion muestro, se titula: "25 mil mentiras sobre la Verdad" de Carlos Varela.

Quidquid latine dictum sit, altum víditur

Cualquier cosa dicha en latín suena profunda, este es el titulo de este escrito. Tal vez porque es un idioma antiguo y fue utilizado junto con el griego por los grandes filósofos antiguos. En ¨Caret initio et fine¨ escribo sobre la necesidad de una sociedad, pero al mismo tiempo cada ser humano esta en la búsqueda constante de su individuo. ¿Por que estamos aquí? ¿Por que nos rodean tantas personas, y porque somos parte de todo esto? El grupo esta compuesto por individuos, por nosotros mismos, nosotros que queremos destacar en algo dentro de nosotros y dentro del grupo. Pero muchas veces vamos en contra de este grupo, tal vez para destacar menos en el grupo y mas como individuo. Dejamos de ser ¨Another BRICK in the Wall¨, nos alejamos y observamos desde otro ángulo, damos un paso atrás y observamos todo el cuadro. A mi me gusta llevar la contraria y defender los argumentos débiles consiguiendo casi siempre fortalecer el argumento del grupo. Me acuerdo que siempre se los decía a mis compañeros: ¨Yo les enseño a argumentar y defender vuestra posición yendo en contra de ustedes.¨ Dejas de ser un ladrillo de la pared solo para fortalecerla , esto me recuerda a los héroes que se sacrifican por el bien de la mayoría. Supongo que en cada grupo existe esto, algunos simplemente se quedan pegados al calor y seguridad del grupo, mientras otros se transforman en líderes asumiendo mas riesgos y responsabilidades, saliendo del circulo para afrontar el desafío solo. Claro que con esto se ganará el respeto del resto, ya no simplemente será parte de la pared, sino que es una pequeña pared el solo. Cuando un hombre quiere algo, el mundo se aparta, y aun así un hombre solo es capaz de parar al mundo entero. Claro que también existe la posibilidad de ser abandonado por el grupo, ya que no te entienden o no te aprueban. Esto les pasa mucho a las grandes mentes, sobre todo en el pasado, como a Galileo Galilei que incluso encontró oposición bajo su mismo grupo de filósofos y científicos. Hoy en día es el padre de la ciencia moderna y conocido en todo el mundo. Es importante ser parte de algo, pero mas importante es entenderte a ti mismo y tomar parte de ello, después todo lo demás viene por si solo...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Caret initio et fine

Hace unos días aceptaron a mi primo en una de las universidades a la cual aplicó y esto por supuesto fue una gran noticia para toda la familia, sobre todo para el, quien me llamo en medio de la noche de la emoción para contármelo. Esto me hizo pensar en algunas cosas que quiero compartir hoy con ustedes. ¿Cuales son las cosas mas importantes en la vida de un ser humano? Todos dirán el amor, etc. blablabla, pero yo me refiero a otra cosa. ¿Que es lo que esta antes del amor, como uno llega hasta ahí, cuales son las bases del impulso? ¿Que es lo que el ser humano busca constantemente, aun teniendo el amor, el dinero, los hijos y el Porsche estacionado en la puerta?
Para empezar buscamos la integración. Todos quieren formar parte de algo, entrar en un grupo o en un equipo, incluso queremos ser parte de la sociedad. Queremos ser un buen miembro de la familia y llevarnos bien con los colegas del trabajo. Queremos ser admitidos en universidades, buenos puestos de trabajo y donde más queremos ser admitidos es en los corazones de los seres que amamos. Por supuesto lo opuesto a esto nos produce una gran tristeza, el rechazo. Que te rechacen en un trabajo o que no te admitan en la universidad con la que tanto soñaste. Que la sociedad te rechace por lo que eres o por lo que piensas o lo peor que tus seres queridos te rechacen. Con esto surgen personas que empiezan a rechazar a la sociedad, a las personas, al amor. Pero es el resultado de haber recibido demasiado rechazo en su vida y a causa de esto entristecen y se convierten en seres solitarios.
El otro gran impulso pienso que es el reconocimiento. Desde pequeños hacemos cosas para impresionar a nuestros padres o a los amigos para recibir cierta recompensa por su parte, cierto agradecimiento o aprobación. Incluso hacemos bien las cosas para estar contentos con nosotros mismos, si no hacemos algo bien, nos sentimos mal, decepcionados. Buscamos palmadas en los hombros en nuestro trabajo y anhelamos que nuestro padre se sienta orgulloso de nosotros. Por supuesto una vez mas nos encontramos con lo contrario a esta situación, el fracaso. Cuando desilusionamos a nuestros padres o fallamos en hacer sentir bien a la persona que amamos. Incluso te puedes fallar a ti mismo. Vuelvo y repito que si fracasamos mucho en la vida, probablemente terminaremos solos y tristes. Integración y reconocimiento son los motores que nos impulsan en nuestra vida, con ellos logramos tener las cosas que nos hacen feliz mientras que el rechazo y el fracaso son los obstáculos que tendremos que superar en nuestro camino. Todo se presentará durante el tiempo que vivimos hasta que esta se acaba. Incluso cuando estamos cerca de la muerte queremos morir rápido y en paz para no ser una carga para la familia. Para tener el reconocimiento y la aceptación de los demás tenemos que empezar por nosotros mismos, porque sino nada tiene sentido...

Tikkun Olam

Estaba leyendo los mails pasados que le escribí a mi primo ya hace unos años recordando y rebuscando viejas ideas y acordándome de mis antiguas ideas. De pronto me acordé de algo que me pasó cuando hacia mi servicio militar en Alemania en el año 2005 durante 9 meses. Me asignaron una tarea que iba acompañada por supuesto de una orden verbal la cual tienes que obedecer sin importar como lo hagas. La cuestión es que no pude realizar dicha tarea como debido por culpa de una tercera persona (larga historia) y esto cuenta como desobediencia, lo cual significa que recibí un castigo. No importaba si fue la culpa de otro o no, era mi tarea y no la cumplí, por ello llevaba yo la responsabilidad y acepte mi castigo (limpiar los baños). Hasta ahora todo bien. Otro día me asignaron otra tarea, esta vez la cumplí a pie de letra lo mas rápido y lo mejor posible aportando incluso un valor añadido, ya que de paso le lleve café al jefe y le informé sobre una reunión de la cual no había recibido todavía ninguna notificación (chupamedias). Esta vez no recibí ningún castigo, pero tampoco recibí un premio, sin embargo al otro día le dieron a uno una medalla por su servicio impecable a las fuerzas armadas alemanas, ¿porque? ¿Acaso no cumplía el simplemente con su servicio al igual que yo? Se espera de ti que hagas lo correcto y si no lo haces te castigan, pero no te recompensan por el buen servicio, o si? Ahora me perdí. Pienso que uno debería hacer las cosas porque quiere hacerlas, y no por un premio o por miedo a un castigo. Lo importante es la intención. Si no quisiste hacer daño, ¿entonces porque te tienen que castigar? Claro que cargas con la responsabilidad de tus actos, pero entonces también deberías recibir los méritos por tus buenas acciones. Deberíamos hacer las cosas sin esperar nada a cambio, con esto aumenta la solidaridad, con los intensivos solo aumenta la competencia y con ello el aislamiento (insolidaridad). No se, era solo un pensamiento y una interesante historia, ¿tu que crees?

Mascus

Esta historia también se remonta a la época que viví en Bolivia hace ya unos años cuando el profesor de filosofía nos preguntó cuando NO usábamos máscaras. Vinieron varias respuestas hasta que me tocó responder y le dije que no usábamos máscaras cuando dormíamos. Su respuesta fue que incluso en el sueño teníamos una máscara tapándonos la cara, respuesta con la que hasta hoy en día discrepo. He estado pensado en esta cuestión durante años. Sabemos que muchas culturas usan máscaras para ceremonias o para festividades, para ocultar el rostro como en la Edad Media o para asemejarse más al personaje que solían interpretar los griegos en sus obras teatrales. ¿Pero porqué nos ocultamos detrás de estas máscaras emocionales y ambientales como yo les llamo? He vivido en cuatro diferentes países, en dos continentes y cuando cambio de ambiente, cambio de máscara. También lo hago cuando oculto una emoción o cuando quiero mostrar otra. ¿Pero cuando somos nosotros mismos? ¿Cuando no tenemos una máscara?
Al día siguiente después de meditarlo le plantee la siguiente cuestión al profesor: ¿Que pasa cuando nuestra verdadera cara es el resultado de todas las máscaras que utilizamos? ¿Que tal si somos exactamente eso, una personalidad con muchas máscaras diferentes sin existencia de una personalidad pura? Esto es un tema por supuesto muy sujetivo, pero nunca quede convencido de mi conclusión.
Después de varios años tengo una pequeña modificación a mi teoría. Pienso que aquel que usa demasiadas máscaras se distorsiona con el tiempo, se pierde entre lo que oculta y se desvía del sendero que lo lleva a la personalidad pura. Aquel que usa pocas máscaras tiene una personalidad más estable, más pura. Si eres honesto, sigue tu camino, si eres un estafador, defiende tu posición y no pretendas no serlo. Supongo que con la edad uno se va desprendiendo de máscaras y mientras se acerca a la muerte no le importa ocultar nada, porque no tiene nada que perder.
Solo mientras dormimos estamos expuestos y a la merced de nuestro puro ser. Solo cuando soñamos se pueden hacer realidad las pesadillas más profundas que acechan hasta al asesino más horrible. Siempre queda algo expuesto, siempre hay algo que no podemos, o no queremos ocultar y eso es en parte lo que somos...

Si vales, valeo

Esto empezó ya hace unos años, mas o menos entre el año 2001 y 2002 en La Paz, Bolivia, donde viví 4 años de mi vida y asistí a la escuela alemana Mariscal Braun. Un día vi a una mujer darle dinero a un vagabundo y se marchó con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Se lo doy para ayudarlo, o para ayudarse? Hay mucha gente que se siente feliz ayudando a otros, osea que tienen la necesidad de ayudar a otros para ellos sentirse bien. Si entiendo esto bien no lo hacen porque el otro lo necesita, sino porque uno mismo lo necesita. Digamos que ambos salen beneficiados, ambos ganan y nadie sufre daños. Esto es un buen acto, pero no deja de ser como se le suele llamar ¨egoísmo moral¨ o ¨egoísmo ético¨. Cada acción libre tomada por uno mismo sin influencias de terceros es para satisfacción personal, aunque sea esta ayudar a otros.
"Todo el mundo quiere ayudar a cambiar el mundo, pero nadie quiere ayudar a su madre a fregar los platos ". Entonces de que se trata todo eso de "querer ayudar", ¿ Somos al fin y al cabo una especie egoísta?
Mi profesor y yo siempre hablabamos de "Dioses"* como si de otros seres se tratasen, y la búsqueda eterna a un camino que nos acerque a ellos. Era muy emocionante hablar de ello, ya que llegamos a la conclusión que cuando un hombre se pudiera desprender de todo lo que lo hace humano, entonces se acercaria a ser un "Dios"*. Eso seria como desprenderse de la manada, de la sociedad. Muchos ya lo han hecho e intentado, como los eremitas (ermitaños) que solo desean una vida contemplativa y penitente. No podemos entender a la humanidad si no nos rodeamos de ella, ¿entonces como te entenderás a ti mismo? Tendrias que rodearte solamente de ti y dejar fuera a todo el mundo. No puede haber un tercero que dé su opinion sobre ti. Esto seria como un autodescubrimiento, donde te descubres a ti mismo, pero solo desde tu punto de vista. Creo que esto lo hace todo el mundo a su modo durante su vida, algunos más que otros por supuesto. De lo que también hay que desprenderse es de la ¨bestia¨ que tenemos dentro. De los impulsos, instintos, placeres, sentimientos, etc.. Hay que ser menos ¨animal¨(humano) para lograr ser un ¨Dios¨*. ¿Pero es eso lo que de veras algunos buscamos? Porque si soy honesto, prefiero tener placeres y ser un simple humano a no tener placer alguno y ser un ¨Dios¨*. ¿Y tu que crees? ¿Que es lo que tu quieres ser?

Intres Sanum

Bienvenidos a mi Blog y muchas gracias por visitarme. En este blog compartiré con todos ustedes mis ideas y por supuesto quiero que todos ustedes compartan conmigo vuestras opiniones y pensamientos. Esta creado y realizado sin ánimo de lucro, simplemente por hobby y por aburrimiento. Escribiré lo que muchos piensan, pero no se atreven a decir. Créanme cuando les digo que no me creo superior a nadie, yo personalmente he vivido y sufrido todo lo que estoy a punto de escribir. Soy el primero en admitir mis errores, lo lindo es aprender de ellos y compartir la experiencia. Los que me conocen sabrán que me encanta discutir, argumentar, experimentar, filosofar, retar y comprobar donde está el límite. Tendré la razón hasta que me convenzan de lo contrario, os reto...